Desagraciadamente lo hacen en la lucha por el poder, que no es una buena escuela. Entonces, ¿cómo debería ser la educación del político? ¿Dónde aprender a facilitar la «pública felicidad», según decían los Ilustrados?, aquella olvidada y noble acepción de la política como medio para resolver los conflictos y que es fundamento de la ética.
Esa corriente, a la que llamaremos la «Gran Política», supone un colosal esfuerzo por «civilizar» la especie, por educarla. Pero, desgraciadamente, los políticos han sido educados en la cultura del poder, por esto, necesitamos formar nuevos profesionales, este libro también es un proyecto de Academia para desarrollar el talento político.
Como el objetivo de la política es resolver problemas, en esta obra, José Antonio Marina ha analizado cómo funciona la inteligencia humana al solucionarlos. Bebiendo de distintas disciplinas es posible elaborar una ciencia general de la resolución de conflictos y dificultades (personales, emocionales, sociales, económicos), que debería ser el núcleo de toda educación. Cuestiones que van desde el más puro cielo platónico de las matemáticas hasta los más oscuros laberintos del corazón humano.
Esta Historia universal de las soluciones es una herramienta de educación crucial para el futuro porque el horizonte de todas las resoluciones es la felicidad.