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El poder económico ha intentado siempre presionar a los gobiernos para sacar provecho, pero ¿cómo lo hace? Cunde la idea de que las grandes multinacionales, con ingresos mayores que el PIB de algunas naciones, sobrevuelan el poder estatal, incapaces de regularlas. También en este caso suele prestarse poca atención a los mecanismos como ese poder se ejerce. ¿Es cierto que los Estados están tan inermes?

He elaborado un esbozo de “Catálogo de modos en que el dinero puede influir en el gobierno”:

1

La corrupción

Es el más elemental. El dinero compra a los políticos. Los índices publicados por Transparency International, la OCDE o el Banco Mundial proporcionan mucha información sobre la amplitud del fenómeno. En general, podemos decir que el índice de corrupción es inversamente proporcional a la calidad democrática de un país.
2

Introduciendo personajes de la empresa en los órganos de gobierno

Eisenhower, que se quejó de la influencia del complejo industrial-militar, incluyó en su gabinete una gran proporción de empresarios. Se acusó al presidente Obama de haber incluido en su administración a financieros responsables de la crisis del 2008.
3

Ayudando o frenando acciones del gobierno

Los proyectos del gobierno necesitan frecuentemente la cooperación de instituciones económicas de la sociedad civil, que pueden negarse a colaborar, o exigir para hacerlo algún tipo de compensación. Las empresas pueden hacer “huelga política” y no ayudar al gobierno.
4

Ayudando a los partidos en sus campañas políticas

En países como Estados Unidos es imposible aspirar a la nominación sin disponer de un apoyo financiero importante.
5

Influyendo en los políticos cuando piensan en su futuro después de la política

El poder de un político concreto es muy intenso, pero breve, El poder económico es menos intenso, pero de mayor duración. El poder político y el poder económico juegan con distintos tiempos.
6

Gestiones internacionales

Los gobiernos pueden querer aprovecharse de las relaciones internacionales que las empresas pueden tener, para atraer inversiones, por ejemplo.
7

La práctica del Lobby

Conscientes de que la presión de las empresas sobre los políticos es inevitable, muchas naciones prefieren que se haga a la vista del público, para hacer posible la transparencia. En la Unión europea, por ejemplo, hay un registro de lobistas, en el que hay inscritos más de 12.000. El modo de actuar es variado: intentan presentar iniciativas, convencer, proporcionar información, etc.
8

Influir en la opinión pública

Los medios de comunicación, que son empresas privadas, pueden influir en la opinión pública de forma legítima o fraudulenta. Las penas impuestas a los periódicos de Rupert Murdoch, que llevaron al cierre del News of the World, por prácticas delictivas, son un buen ejemplo. Y también lo fue el escándalo del Cambridge Analytica, en 2018. La tecnología para influir en la percepción que el público tiene de los políticos está muy desarrollada y a disposición de quien pueda pagarla. Las campañas de difamación, como las utilizadas contra Hillary Clinton, muestran la ferocidad con que pueden actuar. La utilización de las fakenews en política es un enorme peligro para la democracia.