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PANÓPTICO

El panóptico
La memoria

Europa press en una reseña de la mesa redonda dentro celebrada dentro del “Ciclo Europa verde y digital: la educación, en primera línea” organizada por EL MUNDO con la participación de Mariano Fernández Enguita, Carmen Pellicer, Rosa Visiedo y yo, afirma: “El filósofo y pedagogo José Antonio Marina se ha mostrado a favor del aprendizaje clásico basado en la memorización, y ha llegado a calificar de «estúpidos» a quienes critican esta cuestión”. No es esto lo que yo dije. No defiendo un “aprendizaje basado en la memorización”, sino que todo aprendizaje se basa en la memoria, que es cosa diferente. Lo que me irrita es la insistencia en el “ejemplo de los reyes godos” para condenar el papel de la memoria en la educación. ¿Por qué no poner como ejemplo la resolución de integrales matemáticas o el aprendizaje del inglés o de la programación informática o de la creatividad? Todas esas habilidades se aprenden “de memoria”. Las críticas a la memoria se basan en un desconocimiento de sus funciones.

No utilizar la memoria en el aprendizaje significa lisa y llanamente NO APRENDER.

Guarda información, sin duda, y también procedimientos, habilidades, esquemas musculares, sentimientos, virtudes. El entrenamiento es construcción de la memoria. Es la memoria dinámica de Nadal la que aprendió a pegar bien a la bola. Pensar que lo único que hace la memoria es repetir como un papagayo es como decir que lo que hace la inteligencia muscular es repetir un tic. Me reafirmo en lo que dije en el debate: la pedagogía actual carece de una adecuada teoría del aprendizaje y de la memoria. Los nuevos conceptos sobre la “memoria ejecutiva” (working memory) aún no se han introducido en nuestras didácticas. No utilizar la memoria en el aprendizaje significa lisa y llanamente NO APRENDER.