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La educación del gobernante -del príncipe, en lenguaje clásico- ha sido una preocupación constante a lo largo de la historia, lo que me ha hecho revisar decenas de tratados para la formación del político, espejos de gobernantes, manuales para la educación de los príncipes o de los delfines, que tendré ocasión de comentar si se tercia. Actualmente, en España, los políticos han estudiado mayoritariamente Derecho y Economía. Pedro Sánchez es licenciado en Ciencias económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid, y cursó un master en Política Económica de la UE, en la Universidad Libre de Bruselas y otro de liderazgo político; Santiago Abascal es licenciado en Sociología por la Universidad de Deusto; Mariano Rajoy, Licenciado en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela y Registrador de la Propiedad; Carles Puigdemont, abandonó la carrera de Filología catalana, para dedicarse al periodismo. Pablo Iglesias es de los pocos políticos que es doctor en Ciencias Políticas.

En otros países hay famosas Escuelas de Ciencias políticas y de Gobernanza, como la famosa Kennedy School of Government, de la Universidad de Harvard. En el año 2023, las mejor consideradas fueron Harvard, London School of Economic and Political Science y Stanford. En Francia, la mayoría de los políticos y altos funcionarios son graduados del ENA (Ecole National de l’Administration). Lo fueron Valéry Giscard d’Estaing, Michel Rocard, Jacques Chirac, Lionel Jospin, Dominique de Villepin, Segolene Royal o Emmanuel Macron.

La política se aprende en la lucha por el poder político, dentro de los partidos, de las organizaciones sindicales o de otro tipo. No es una buena escuela, porque en ella solo se aprende como alcanzar y mantener el poder.

Pero en realidad, la política se aprende en la lucha por el poder político, dentro de los partidos, de las organizaciones sindicales o de otro tipo. No es una buena escuela, porque en ella solo se aprende como alcanzar y mantener el poder y, en todo caso, como liderar. Nada de esto tiene directamente que ver con la resolución de problemas. Tomo de la publicidad de una de esas escuelas para el éxito político los títulos de los cursos principales: Desarrollar la capacidad de liderazgo, Arte del éxito político, Arte de la oratoria política, Campañas políticas y estrategias electorales, Comunicación política digital.

Francis Fukuyama ha denunciado que incluso en las mejores facultades de Ciencias Políticas no se desarrolla la capacidad de resolver problemas reales, sino que sólo se forman “analistas políticos”. Él y Jeremy Weinstein han tratado de resolverlo en su laboratorio de ingeniería del cambio político de la Universidad de Stanford.