Episodio 2x01
Microargumentos
Bienvenidos al estreno de la segunda temporada de Proyecto para una inteligencia. Conversaciones desde El Panóptico.
Cada vez más personas están dejando de leer, no porque les disguste, sino porque no pueden concentrarse, o más bien porque estamos perdiendo la capacidad de comprender textos medianamente largos. Por eso es por lo que voy a comenzar esta serie de MICROARGUMENTOS.
Una de las razones es que las nuevas tecnologías están colaborando al descrédito del argumento de otra manera. Fomentan los mensajes cortos, la respuesta inmediata, una especie de hiperactividad digital. Nos da pereza argumentar. Pero debemos estar atentos a que el argumento es nuestra primera línea de defensa. Es uno de los componentes básicos de la “vacuna contra la estupidez” en la que trabajo.
Así mismo, vivimos en la época de la postverdad, de la realidad alternativa, dentro de poco de la realidad virtual. Lo que llamamos “verdad” es el resultado de un proceso de verificación. Una afirmación se hace verdadera cuando se verifica, cuando se comprueba su fortaleza. Lo analizaremos en el siguiente episodio.
Acceso al podcast
Me recuerda la lectura de «The ethics of belief» de William Clifford. Lo dijo de forma maravillosa en 1877: «The question of right or wrong has to do with the origin of his belief, not the matter of it; not what it was, but how he got it; not whether it turned out to be true or false, but whether he had a right to believe on such evidence as was before him».
Gracias por la recomendación, lo buscaré en español. Tener herramienta para pensar.
Derecho de expresión por supuesto (en los límites de la ética siempre) pero ante la disyuntiva de que si todas las opiniones son respetables, aunque podríamos pensar algo parecido, no tienen porqué ser todas las opiniones igual de válidas, ni mucho menos tener el mismo peso, por eso se podría discernir entre ‘opinión’ y ‘criterio’ (todos podemos opinar sobre política pero no todos tenemos los conocimientos de un licenciado o doctor en ciencias políticas, que sí tienen criterio al respecto).
Por otra parte y en relación al tema de las tecnologías, no existe el libre albedrío y no es por culpa de aquellas, sino por que -según dicen matemáticos y físicos modernos- todo está determinado (determinismo vs aleatoriedad) También se ha descrito científicamente que las decisiones son inconscientes (por todo nuestro aprendizaje y experiencia previa).
Otra cosa es discernir entre la verdad y la ‘post-verdad’, donde a través de las tecnologías sí, pero también por nuestra ignorancia y miedos, somos capaces de creer y viralizar sin ‘proceso de verifacion’ alguno.
Gracias por compartir de forma altruista este interesante blog.
Muchas gracias por sus reflexiones, son un claro de luz a favor del entendimiento entre diferentes.
Opiniones, argumentos, libertad de expresión…todo queda sin sentido cuando en nuestras interacciones no somos capaces de distinguir entre el ser humano y su opinión. Francamente, independientemente de la respetabilidad o no de las opiniones (personalmente creo en la existencia de límites) creo que esta era de postverdad está desdibujando las más elementales normas de convivencia, la educación entendida como respeto al otro, además de la verdad.
Es un gusto escucharle y leerle. Gracias!
Buenos dias sr Marina
Sigo con sumo interes sus articulos , que dan criterio en los diferentes temas que aborda dentro de la confusion interesada tan exagerads de hoy dia .
Algo que se va extendiendo poco a poco y forma parte ya del aire que se respira es el tema de la postmodernidad , y el final del relato y la historia como referencia de donde venimos .
Tiene usted pensado desarrollar y comentar este tema en alguno de sus esperados articulos ?.
Disculpe la confianza y gracias por sus articulos clarificadores que tanta falta hacen .
Atentamente
antoni bigorra rosell