Un nuevo enfrentamiento ha surgido por la petición de unos padres de que su niña de cinco años reciba el 25% de la enseñanza en castellano. Otra vez la cuestión lingüística se plantea en términos de conflicto.
La preocupación por la salud mental va en aumento. Me interesa especialmente la de nuestros niños y adolescentes. El tema no es nuevo.
Hablar de religión supone volver a escuchar tambores de guerra. ¿Debemos incluir la religión dentro de nuestro sistema educativo? Desde el Panóptico veo dos cosas con claridad
El Diccionario australiano Macquarie eligió la expresión “cancel culture”, como palabra del año 2019.
No defiendo un “aprendizaje basado en la memorización”, sino que todo aprendizaje se basa en la memoria, que es cosa diferente.
La violencia expresiva de la política española me preocupa. Es posible que sea tan solo una ausencia de buenos modales unida a la necesidad de estar produciendo titulares constantemente.
Algunos hechos me hacen sospechar que la marea independentista está retrocediendo y que ha llegado la hora del catalanismo.
Siempre me ha interesado la estupidez. Puesto que existe una teoría científica de la inteligencia, debería haber otra igualmente científica de la estupidez.