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Es el título de un artículo de Xosé Hermida, publicado en EL PAÍS (24.2.2024). Sumar” se ha dado cuenta de que necesita tener una organización detrás. Esto me sirve de pretexto para estudiar la relación entre “poder” y “organización”. Los recursos que tiene el jefe, gobernante o soberano pueden ser personales, de su propiedad, o pueden depender del puesto que ocupa en una organización. El “carisma” es un recurso personal. El “puesto” es posicional. La organización confiere poder porque amplía las posibilidades de actuar. John Kenneth Galbraith en su Anatomía del poder, afirma que el poder tiene tres fuentes principales: el carácter, la propiedad y la organización. Adolf Berle, gran especialista en este tema, asegura que ”ninguna categoría colectiva, ningún grupo de ninguna especie ejerce y puede utilizar en sí y por sí mismo el poder. Debe existir otro factor: la organización. Y Laura Lindblom avanza un poco más y sostiene que la organización es fuente de todo poder.

El poder puede alcanzarse mediante el carisma personal, pero incluso en este caso, el carisma, para poder difundirse, necesita tener una organización detrás. Llamamos organización a la unión estable y ordenada de recursos con vistas a la realización de un proyecto. ¿Qué es una empresa? Una organización dedicada a la producción de bienes.

Posee recursos económicos, personales, conocimientos, organigrama, jerarquías, sistemas de producción, fondo de comercio, redes de distribución, cartera de clientes, etc. La organización entera es un poder objetivado, estructural, al servicio de quien se haga con el timón. En el mundo político es relevante un tipo de organización –los partidos políticos– que tienen un objetivo muy concreto: hacerse con el poder del Estado. Por ello, la carrera de un gobernante en ciernes tiene dos etapas:

1

Conseguir el poder dentro del partido

2

Conseguir que el partido alcance el poder estatal

Pero si, como en el caso de Sumar, el partido no existe, el primer paso de un aspirante es construirlo.

Construir una organización es difícil. Exige tiempo, dinero, la cooperación de mucha gente y alguien con talento organizador, que es un talento muy especial. Ni UCD, ni el CDS, ni UPyD, ni Ciudadanos, ni Podemos consiguieron construir una organización lo suficientemente poderosa. No sé si Sumar tendrá más éxito. Se trata de crear redes tupidas, ubicuas y jerárquicas, por las que se transmitirán órdenes, mensajes, información, dinero, influencias, y que lleguen a todo el cuerpo electoral.

* Después de haber escrito este post, leo (29.2.2024) que Compromis y Mas Madrid están dificultando la implantación de Sumar en sus comunidades, es decir, quieren impedir que su organización se extienda en esos territorios. Es una táctica de libro para impedir que su poder aumente.