Recomienda el libro Russia’s New Authoritarianism: Putin and the Politics of Order’ de David G. Lewis, que analiza la influencia de Carl Schmitt en la Rusia moderna.
Hay dos ideas de Schmitt que se han hecho populares
Cataluña parece movida -con los debates internos en Junts y el escándalo de las escuchas- pero creo que está evolucionando hacia un periodo de “política ilustrada” que, como saben mis lectores es aquella que no se plantea en términos de conflicto, sino de problema. Pere Aragonés no es Qim Torra ni Puigdemont.
Continúo leyendo Cazadores, campesinos y carbón, de Ian Morris. Su tesis es una variación de la teoría marxista. Esta afirma que las formas de producción dirigen los modos de pensar, las ideologías. Morris piensa que las necesidades de captar energía determinan los valores de una sociedad. Identifica tres modelos de sociedad -cazadora recolectora, agrícola y dependiente de combustibles fósiles- diferenciados por la cantidad de energía de la que pueden disponer.
Es aquí donde quiero introducir el tema central de El deseo interminable. ¿Qué idea de la felicidad podía tener el campesino angustiado por la amenaza de una mala cosecha y del hambre?
Me gustaría poder medir la “felicidad pública” a lo largo de la historia. Creo que intentar medir la felicidad subjetiva es inútil, pero que, en cambio es posible hacerlo con la “felicidad objetiva”, lo que los ilustrados llamaban “felicidad pública” o “felicidad política”.
¿Cómo se pueden prevenir los problemas de la depresión, el abuso de drogas, o la esquizofrenia en los jóvenes que son genéticamente vulnerables o que viven en entornos que facilitan la aparición de esos trastornos?
¿Puedo reducir la historia de la búsqueda de la felicidad a una historia del consumo? Creo que no, pero tendré que asegurarme.
Mi propósito al escribir El deseo interminable es contar la historia de la humanidad iluminada con rayos gamma, es decir, atendiendo a las fuerzas psicológicas que la originan. Daniel Lord Smail, historiador de Harvard, defiende una tesis parecida. Aspira a hacer una “Deep history”, aprovechando los conocimientos de las neurociencias. En vez de hablar de “rayos gamma” habla de “visión psicotrópica de la historia”.
Todos los deseos están dirigidos a un fin, e introducen la teleología en la historia humana. No porque la historia tenga un fin, sino porque las miríadas de acciones que la constituyen sí lo tienen.
La coeducación, es decir, que chicos y chicas estudien juntos, forma parte esencial de nuestro sistema educativo. Después de una larga historia de segregación, de marginación educativa de las chicas, de políticas de “entre santa y santo, pared de cal y canto”, la coeducación, nos parece un logro liberador.