Volviendo al tema de las guerras, reactivado por la invasión de Ucrania, vuelvo a repetir que son los gobernantes quienes las declaran. Los ciudadanos van a pagar las consecuencias, perdiendo vidas y propiedades, y es difícil pensar que iniciar una guerra pueda ser un movimiento ciudadano espontáneo.
Robert Sternberg, uno de los grandes estudiosos de la inteligencia humana, dirigió un libro titulado «Por qué las personas inteligentes pueden ser tan estúpidas»
¿Por qué los gobernantes pueden tomar decisiones suicidas? Una respuesta de Perogrullo: Porque pueden. La única solución para evitarlo es impedir que puedan, es decir, bloquear lo que he llamado el “poder político posicional”, el que se tiene por ocupar los poderes del Estado.
Ante los sucesos de Ucrania muchos se preguntan si estamos en el comienzo de una guerra mundial. ¿Nos sirve para algo recordar el comienzo de las dos grandes guerras europeas? Ambas terminaron con la derrota de la nación que las declaró, Alemania. No tuvieron motivos económicos.
El estudio del adiestramiento de animales nos permite aclarar este sorprendente hecho. Amaestrarlos significa aprovechar su capacidad de aprendizaje para someter su conducta a pautas impuestas desde fuera por un cerebro mas desarrollado.
Teniendo en cuenta que el PIB de EEUU es de 18 billones y el chino de 12, Rusia es una potencia económicamente mediana. ¿De dónde viene su poder?
El capítulo segundo del libro avanza. Se ocupará del nacimiento de la historia, de la aparición de los animales espirituales que somos nosotros. “Espiritual” significa que rigen su conducta no solo por estímulos físicos, sino por el manejo de representaciones.
La resistencia del machismo a desaparecer tiene sin duda varias causas, pero hay una que inexplicablemente no suele aducirse. Me refiero a la existencia de una situación de “doble vínculo” (doublé bind).