Capitulo 1. Lo visible y lo invisible
Los antropólogos nos dicen que en todas las sociedades y culturas se han dado fenómenos que podemos considerar “religiosos” en un sentido amplio y que en culturas arcaicas la religión penetra todos los aspectos de la vida. (1) Sin embargo, muchos académicos piensan que se trata de una afirmación sin sentido, porque no disponemos de una definición clara del término “religión”. Como ocurre siempre, para entender los fenómenos humanos lo mejor es enfocarlos evolutivamente.
La inteligencia emergente de los sapiens no debía distinguir bien lo real de lo irreal. Como estudió Edmund Husserl, tendemos a considerar reales todo lo que aparece claramente en nuestra conciencia (2). Solo más tarde vamos separando lo verdadero de lo falso, lo real de lo irreal, la percepción de la alucinación. Hay que tener en cuenta que los contenidos de nuestra conciencia -recuerdos, ideas, representaciones, deseos, sentimientos- son el resultado de la intensa actividad no consciente de nuestro cerebro. Nosotros solo nos percatamos de los resultados, no de las operaciones que los producen. John Nash, premio Nobel de Economía, que sufrió alucinaciones esquizofrénicas, explicaba su confusión diciendo que se le presentaban con la misma evidencia que las demostraciones matemáticas.
Los seres considerados reales podían ser visibles o invisibles. Esta dualidad de niveles constituye la esencia de lo que llamamos “religioso”. “Lo más cerca que podemos estar de comprender las religiones de los cazadores recolectores –dice el antropólogo Robin Dunbar sobre las culturas y fenómenos religiosos– es observar las tradiciones de los actuales.
Entre los !kung del Kalahari, la religión se expresa en sistemas de creencias sobre un oculto mundo espiritual, al cual es posible acceder a través de los trances de las danzas rituales. No hay sacerdotes, aunque algunos individuos son considerados más hábiles para la comunicación con el mundo espiritual”. (3) Los aborígenes australianos hablan del “tiempo del sueño” donde actúan los espíritus creadores. También Pascal Boyer considera que la creencia en seres inmateriales es el factor común a todas las religiones. (4) El animismo parece estar presente en el inicio de todas las culturas, y el chamanismo se manifestaba como una de las formas religiosas más arcaicas. Mircea Eliade creía que la división entre sagrado y profano es una categoría universal, y que los comienzos de la cultura están enraizados en experiencias y creencias religiosas (5).
Añadiré un par de testimonios más. “La frontera que separa hechos religiosos de otros hechos sociales que los modernos eruditos se esfuerzan en mantener era desconocida en la antigüedad” –escribe Moret hablando de Egipto, pero lo que dice puede aplicarse universalmente (6). “A los pueblos antiguos –señala Karen Armstrong- les habría resultado imposible señalar donde acababa lo religioso y empezaba lo político” (7).
Si quieres continuar leyendo, descargate aqui la monografía completa
