Cuido mucho de proporcionar a la inteligencia generadora información variada, porque confío en que hará buen uso de ella y me enviará a la conciencia ideas interesantes.
La búsqueda de la seguridad es una de nuestras motivaciones básicas, como señaló Maslow. La más fundamental en la pirámide de necesidades, después de las fisiológicas.
La experiencia más estimulante de escribir un libro es ver como aparecen relaciones cada vez más iluminadoras. El fenómeno de las ocurrencias, como el de la comprensión, está fuera del control de la voluntad. Lo único que podemos hacer es fijar una meta a nuestro cerebro y cambiar los estímulos con la esperanza de que, en un momento dado, por fin, diga ¡Ajá! ¡Eureka!
El que a estas alturas de la historia pueda preocuparnos la posibilidad de una III guerra mundial es el reconocimiento de un terrible fracaso de la inteligencia. Los colapsos éticos siempre nos llevan a la atrocidad.
La guerra es una constante universal de la humanidad. Integra con tanta intensidad las pasiones humanas que es una insustituible ventana para observar el funcionamiento de la mente humana. ¿Podría tomarla como punto de partida para la historia de la felicidad que estoy escribiendo?
Otro “ensayo GAMMA”. Hume, un perspicaz observador de la vida política, expresó su extrañeza ante el fenómeno del poder y de la obediencia.¿A quién le corresponde aclarar tan complejo asunto? ¿A la psicología? ¿A la sociología? ¿A la historia? Desde el proyecto Gamma la respuesta es clara. De resolver el misterio debe encargarse la Ciencia de la evolución de las culturas.
La reflexión clásica sobre la política examina el miedo tanto desde el punto de vista del que manda como del que obedece. También los tiranos sienten miedo. El pueblo teme al tirano que, a su vez, está aterrorizado porque teme incluso a su propia guardia personal
Ante los sucesos de Ucrania muchos se preguntan si estamos en el comienzo de una guerra mundial. ¿Nos sirve para algo recordar el comienzo de las dos grandes guerras europeas? Ambas terminaron con la derrota de la nación que las declaró, Alemania. No tuvieron motivos económicos.