Comenzamos un nuevo Caso de Mermelada muy apropiado para estas fechas, ¿Cuándo se inventaron las vacaciones?
La gente ha tenido siempre que trabajar para sobrevivir, y por necesidad física tenía que descansar. La alternancia trabajo-descanso es una de las constantes históricas.
Las vacaciones era un tiempo libre que se podían permitir los que tenían dinero. El gran paso social se dio cuando se convierten en un “derecho laboral”, es decir, en vacaciones pagadas. Y este es un fenómeno muy tardío. En Europa, aparecieron en Finlandia, Austria y Suecia en los años 20. En Francia, en el año 36, el gobierno socialista de Leon Blum aprobó las vacaciones pagadas de dos semanas. En España estaba previsto en la legislación de la república y en el fuero del trabajo, pero solo se generalizaron a partir de los 60. Y con ellas apareció una nueva costumbre, por la que también voy a preguntar a nuestros escuchantes: el veraneo.
Quiero pedir a nuestros escuchantes que nos cuenten como veraneaban los más viejos de la familia. Por ejemplo, ¿Cuántas personas podían ir a veranear montadas en un 600?
Puedes escuchar la primera parte de «el origen de las vacaciones» en los casos de mermelada del Programa de Pepa Fernández
El veraneo y los baños de ola
Desde mediados del XIX comenzaron a prescribirse medicamente “baños de ola”, que tenían que seguir ciertas reglas estrictas, el número de baños -que solían ser nueve-, o incluso la postura en que había que encarar la ola según la dolencia que se tuviera. El veraneo en la playa fue en sus comienzos higiénico.
Los y las bañistas se acercaban en unas casetas hasta la orilla del mar. La gente no sabía nadar y tenía miedo al agua, así que se agarraban a maromas, cuerdas gruesas que estaban enganchadas en la orilla. Los reyes, que tomaban los baños en San Sebastián o en Santander, tenían unas casetas muy lujosas, como pueden ver en las fotografías.
1. Dibujo de la caseta que utilizaba la reina Isabel II en la playa del Sardinero. 2. La caseta real que ocupaba la reina María Cristina en la playa de la Concha.
Espero que pasen unas buenas vacaciones y nos “vemos” a la vuelta del verano.
¿Cuántas personas podían ir a veranear montadas en un 600?
En un escarabajo Woswaguen azul celeste, mi madre conductora y nosotros seis hijos con mi tía y sus tres hijos…. y a pasar el día en el campo. Los domingos, mientras los maridos, que habían ido antes en otro coche, cazaban o pescaban