¿Cuál es el origen de la expresión: “Pasa más hambre que un maestro de escuela”. La frase procede de la mísera situación económica por la que pasaron los maestros en el siglo XIX.
La pandemia ha puesto de actualidad la llamada “educación híbrida”, mezcla de aprendizaje presencial y on line. Es una aplicación elemental y pobre de algo sobre lo que muchos estamos trabajando
«El informe Coleman, 50 años después». Revista de la Asociación de Sociología de la Educación, 2016. Más que negarla tesis principal, creo que matiza lo que debemos considerar “influencia social”, que va más allá de la familia. La obra de Coleman debe completarse con la de su colega Robert Putnam.
El editorial de L’Obs (26.8.2021) habla de la desigualdad que se está produciendo en la escuela francesa. Francia es uno de los países de la OCDE donde el origen social pesa más en los resultados escolares.
Hay que liberar a las matemáticas de la supremacía blanca. - En España ha surgido la polémica por una mal explicada propuesta de enseñar las matemáticas en Primaria con un enfoque socioemocional y con perspectiva de género. Creo que se trata de un eco del movimiento woke del que hablo en este Panóptico: la exageración desquiciada de un objetivo elogiable. Una manifestación aún más clara es la propuesta de profesores de la Universidad de Claremont para “desmantelar la supremacía blanca” en la enseñanza de las matemáticas. Han publicado una guía titulada “A Pathway to equitable Math instruction 8-https://equitablemath.org/wp-content/uploads/sites/2/2020/11/1_STRIDE1.pdf)”, en la que se lee:” Vemos que la cultura supremacista blanca en la clase de matemática se manifiesta cuando el foco se pone en obtener la “respuesta correcta”, la práctica independiente se valora más que el trabajo en equipo o la colaboración” o “las estructuras de participación refuerzan las formas de ser dominantes”. Ya está circulando por centros educativos. El Departamento de educación de Oregon lo ha incluido en sus recomendaciones a los profesores del Estado. (Lincoln Graves: “Debate emerges over racism and white supremacy in Oregon math instruction”).
La enseñanza de la historia sigue planteando problemas. En Estados Unidos una serie de Estados republicanos – Texas, Idaho, Oklahoma o Tennessee, entre otros- han prohibido que la enseñanza de la historia culpabilice a los ciudadanos blancos, promueva el resentimiento, o preste demasiada atención a las páginas negras de la historia estadounidense. Hay críticas al Proyecto 1619, publicado en The New York Times, e ideado por Nikole Hannah-Jones, que recibió el Premio Pulitzer por el ensayo introductorio a este proyecto. que "tiene como objetivo replantear la historia del país colocando las consecuencias de la esclavitud y las contribuciones de los afroamericanos en el centro mismo de la narrativa nacional de los EEUU. El Proyecto 1619 fue criticado por historiadores y políticos conservadores. El historiador David Blight, profesor de Estudios afroamericanos de Yale, de raza blanca, advierte que todo país tiene un pasado que hace sentir incómodo a sus ciudadanos. “El movimiento conservador lleva medio siglo intentando de forma intermitente hacer retroceder la enseñanza de la parte más incómoda de nuestra historia porque creen que nuestra obligación es formar patriotas; pero nosotros no educamos a los jóvenes para ser solo patriotas, los educamos para que entiendan mejor la sociedad en la que viven y eso les puede hacer mejores patriotas”. Según Thimothy Snyder, “la guerra contra la historia es una guerra contra la democracia”: “La historia no es una terapia y el malestar forma parte del proceso de crecer”.
El baile de leyes educativas se agrava con el baile de las personas encargadas en su implementación y puesta en práctica. La impresión de falta de seriedad, de improvisación y precariedad es desoladora.