La búsqueda de la seguridad es una de nuestras motivaciones básicas, como señaló Maslow. La más fundamental en la pirámide de necesidades, después de las fisiológicas.
Desde el Panóptico, al ver los destrozos producidos por la invasión de Rusia, se plantea una interesante pregunta: ¿Debería pagar Rusia lo destruido por su agresión a un país extranjero?
En este momento hay mucha gente que teme una posible fecha: la del comienzo de la Tercera Guerra Mundial. Temo más la llegada de otra más probable: el día en que perdamos el interés por Ucrania.
En Biografía de la inhumanidad, tras estudiar los colapsos atroces que periódicamente experimenta la humanidad, me pregunté si nuestro progreso ético es un mero barniz que desaparece cuando las circunstancias alcanzan determinados niveles de dureza.
La guerra es una constante universal de la humanidad. Integra con tanta intensidad las pasiones humanas que es una insustituible ventana para observar el funcionamiento de la mente humana. ¿Podría tomarla como punto de partida para la historia de la felicidad que estoy escribiendo?
Otro “ensayo GAMMA”. Hume, un perspicaz observador de la vida política, expresó su extrañeza ante el fenómeno del poder y de la obediencia.¿A quién le corresponde aclarar tan complejo asunto? ¿A la psicología? ¿A la sociología? ¿A la historia? Desde el proyecto Gamma la respuesta es clara. De resolver el misterio debe encargarse la Ciencia de la evolución de las culturas.
En algunos centros educativos se está estudiando la guerra de Ucrania. Hay que intentar comprender el presente, pero para eso no basta conocer la historia. Hace falta estar dispuestos a aprender de ella, lo que exige método y tenacidad.
Volviendo al tema de las guerras, reactivado por la invasión de Ucrania, vuelvo a repetir que son los gobernantes quienes las declaran. Los ciudadanos van a pagar las consecuencias, perdiendo vidas y propiedades, y es difícil pensar que iniciar una guerra pueda ser un movimiento ciudadano espontáneo.
Robert Sternberg, uno de los grandes estudiosos de la inteligencia humana, dirigió un libro titulado «Por qué las personas inteligentes pueden ser tan estúpidas»