El filósofo José Antonio Marina, en su libro Historia universal de las soluciones, publicado por la editorial Ariel en febrero de este año, analiza desde un enfoque práctico el buen hacer y la búsqueda permanente de soluciones a nuestros diferentes conflictos o situaciones. Marina resalta la importancia de pensar y de identificar las posibles circunstancias que pueden interferir en este proceso como un viaje al interior del pensamiento y la cultura, en el que destaca que el miedo es uno de los virus emocionales que destruye nuestra capacidad de respuesta.

El inicio del libro nos invita a un viaje por la historia universal de las soluciones, explorando cómo transformar un pensamiento en una solución, desde el conocimiento de la psicología social, la sociología y la evolución de las culturas. Es posible realizar un gráfico o mapa de las características de la inteligencia solucionadora, que tiene el mismo origen que la capacidad creadora, siendo uno de los supuestos que nos plantea Marina y nos hace reflexionar exquisitamente sobre el conocimiento y su aplicación en las soluciones de nuestra vida.

Ser activos en el planteamiento de una visión para resolver problemas nos hace mejorar y es el antídoto contra el aburrimiento vital, así como la aniquilación cotidiana de nuestros actos y de nuestra manera de estar en el mundo. Sentir es parte de vivir y a veces el sentimiento de falta de sentido nos impregna, llevándonos a un recorrido por genios de diferentes disciplinas artísticas que, en algún momento de sus vidas, sintieron la desolación y la falta de sentido de sus actos. En cada momento podemos enriquecernos y un camino sería la búsqueda de soluciones a los problemas.

El caso de la “Razón perezosa” en la obra Menón de Platón es un largo, pero enriquecedor viaje sobre el pensamiento y las reflexiones: ¿Sirve para algo pensar? ¿Es necesario pensar? De hecho, existen pensamientos que no sirven para nada; Cicerón los llamó “razonamientos ociosos” en el Tratado sobre el destino, porque nos conducen a la inacción.

En otro orden de ideas, Marina sigue su búsqueda y en su artículo titulado “La inteligencia perezosa” nos muestra cómo puede conducirnos al fanatismo, los prejuicios, el pensamiento tribal, el dogmatismo, la credulidad, la superstición, la irracionalidad y otros frutos amargos que, a pesar de todo, contaminan permanentemente en todas las sociedades y son muy difíciles de erradicar.

Marina nos plantea también la reflexión sobre las nuevas tecnologías, haciendo referencia a un análisis realizado en 2011 por Betsy Sparrow y un grupo de investigación, que publicaron un artículo en la revista Science titulado “El efecto Google sobre la memoria: consecuencias cognitivas de tener la información en la punta de los dedos”.

Este viaje sobre el conocimiento, a través del cual podemos tener claridad en la toma de decisiones y construir soluciones a los problemas cotidianos mediante el saber, es más que un libro; es un tesoro del conocimiento que representa una riqueza inagotable.